lunes, 25 de enero de 2021

El voluntarismo sesgado

 


Una niña o un niño necesita ser esperado con amor, alimentarse, tener un hogar confortable y una casa digna, un plan de vacunación y un servicio de salud que cubra todas sus necesidades,  un Estado que controle con sus organismos respectivos que los alimentos que se promocionan y venden para el consumo infantil no perjudiquen su salud (comida rápida, gaseosas, golosinas, etc.). 

Por otro lado precisa que sus padres tengan un trabajo digno que les permita con sus sueldos prodigar salud, alimentación, vestimenta, etc. a sus hijos e hijas. 

También un niño o una niña precisa que haya espacios públicos cuidados y variados para su recreación. Una política de medios de comunicación que controle que las publicidades y los programas que se emitan para el público infantil no promuevan la desigualdad, los estereotipos de género, el bullying, la competencia, la compulsión al consumo. 

Obviamente que precisa un sistema educativo que le brinde todas las condiciones para la igualdad de oportunidades desde los 45 días de vida. Ese sistema educativo debe asegurar vacantes para cada niño o niña que necesite concurrir. Esa vacante tiene que ir acompañada de edificios con todos los espacios funcionales tanto para estudio como recreación, con recursos educativos actuales y que funcionen (incluyendo Tics), con docentes con una remuneración que les permita vivir dignamente y con capacitación permanente y de calidad. 

Desde su formación y salud integral una niña y un niño necesitan un ambiente respirable, con baja emisión de dióxido de carbono, con bajo nivel de ruido, sin basurales, con muchos espacios verdes. 

Pido disculpas por el montón de cosas que faltan; es un pequeño recorrido por las necesidades de los niños y niñas para dar contexto al título y al siguiente párrafo de este texto.

Me resulta de un voluntarismo sesgado basar una propaganda política en que los niños y las niñas necesitan volver inmediatamente a las clases presenciales; sobre todo en un año con una pandemia que asola al mundo. 

Si se quiere hacer algo por la niñez se podría ir comenzando por otras muchas de las cosas que le darían felicidad. 

Jorge Narducci